Pocos temas resultan tan apasionantes como el estudio de un pánico financiero. Ayer 27 de Febrero, muchos experimentaron en carne propia un mini-horror: llegué a leer en mi monitor, 60 puntos negativos para el S&P 500. Eso es aproximadamente un 4%, nada despreciable.
Para hablar propiamente de un colapso (crash), los índices deben caer alrededor de 10% lo cual fue el caso en Shangai, así que estuvimos a salvo de mayores daños. Tuve la oportunidad de ejecutar la cobertura que mencioné en mi artículo de ayer y en algo me beneficié pues lo mantuve por 1/3 del recorrido total pero para mi desdicha, el indicador del “Money Flow” para el S&P, se quedó varado en un mismo valor (falla del quoting machine) lo cual tomé como indicación de soporte y llegué a pensar en la posibilidad de un rebote cosa que por supuesto, no ocurrió.
En los dos últimos siglos, las historias de pánicos financieros son abundantes y al mismo tiempo exuberantes en historias fantásticas. Un breve cintillo de algunos de ellos comenzando con el pánico de 1819 luciría más ó menos así:
Pánico de 1819 ~ Viernes negro (1869) ~ Pánico de 1873 ~ Pánico de 1884 ~ Pánico de 1893 ~ Pánico de 1896 ~ Pánico de 1901 ~ Pánico de 1907 ~ Pánico y gran colapso de 1929 - 1933 ~ Viernes negro (1987, Octubre 27) ~ Crisis Asiática de Julio 1997 y mini-colapso ~, Crisis del Rublo Ruso, Agosto 1998 ~ 27 de febrero de 2007 colapso en Shangai y mini colapso en Wall Street (4%).
Para cada uno de éstos pánicos, bien vale la pena dedicarle un ensayo lo cual intentaremos más adelante. Por lo pronto nos interesa unas pocas reflexiones sobre los colapsos indicados. La mayoría de ellos fueron ocasionados por desequilibrios de oferta y demanda de los metales preciosos como el oro y la plata, los cuales eran metales de reserva y respaldo al stock monetario. Al producirse la escasez en esos metales, sobrevenían verdaderos pánicos, pues nada soportaba el valor de las monedas. Estas deficiencias se fueron subsanando progresivamente con la aparición de instituciones de crédito de último recurso, en una primera instancia privada, como fue el caso del financista JP Morgan y luego con la aparición de los bancos centrales. No obstante lo anterior, los pánicos financieros se han producido de tanto en tanto y por muy diversas razones.
Es importante comentar que los colapsos son fenómenos económico-sociales muy complejos y en ocasiones, resulta difícil determinar exactamente la causa ó razones que dan origen a los mismos. Por ejemplo, todavía se discute los orígenes del colapso de 1987 sin llegar a una respuesta definitiva. Se sabe que el secretario del tesoro James Baker, hizo unos comentarios desafortunados el domingo anterior en el programa 60 minutos en CBS News, pero eso nunca explica la gravedad de la reacción del Lunes siguiente.
Otro colapso muy estudiado es la crisis del rublo de agosto de 1998 el cual ocasionó a su vez, el colapso del fondo de cobertura insigne LTCM ó “Long Term Capital Management”,en donde se desempeñaban los premios Nobel, Robert Merton y Myron Sholes además de otros genios del sector bancario Norteamericano. La evaporación de este fondo de cobertura tan celebrado y de dimensiones descomunales es un caso de estudio clásico y por lo demás, siempre me resulta una delicia su análisis pues allí comprendemos que no importa que seamos unos genios de las finanzas como los personajes citados, sino que debemos entender que todos estamos expuestos a peligros y celadas por parte de los mercados financieros.
Muy a mi pesar me despido pues observo una leve recuperación en Shangai. Probablemente hoy sea otro interesante día en la vida de éste, vuestro servidor, el especulador financiero.
28 febrero 2007
Pánico Financiero
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