Habíamos escrito un primer ensayo con el objeto de determinar si su aporte intelectual se encuentra vigente en nuestros días. Encontramos que sus ideas, relacionadas a su faceta de sociólogo, se encuentran actualizadas en el sentido de que el hombre moderno, todavía hoy, sufre de un penoso mal cual es el de la alienación o enajenación. Nos toca ahora analizar de la manera más objetiva posible, si su pensamiento económico se encuentra igualmente vigente.
Este tema siempre ha resultado muy espinoso pues se despiertan muchas pasiones. Los defensores de Marx frecuentemente se rehúsan a aceptar la más mínima corrección a su obra monumental “Das Kapital” por ello se les identifica como Marxista, pues toman el tema como si fuese religión.
Comenzando con las polémicas, existe una primera en relación a su concepto de plusvalor. Algunos argumentan que esta idea ya se encuentra en la obra de David Ricardo y algo de cierto hay en ello, pero los Marxistas aseguran que fue Marx quien descubrió el mecanismo por el cual los trabajadores crean “valor”. Ricardo, por su parte, fue un economista británico anterior a Marx cuya obra se circunscriben al siglo XVIII principios del XIX; creo que por eso les resulta un tanto insultante la aseveración de que el concepto pertenece a Ricardo, pues es demasiado antiguo y se le considera obsoleto.
El plusvalor no es otra cosa que el mecanismo por el cual se acumula capital: empleando la terminología Marxista diremos que dado que el valor de cambio siempre es superior al valor de uso, surge entonces un valor en exceso (plusvalor) el cual es apropiado por los dueños de los medios de producción a través de las ganancias retenidas, las cuales vienen a aumentar el capital. Marx afirma que esa ganancia en exceso le pertenece a los trabajadores y por ello lo que ocurre es una confiscación de valor. Lo anterior y según Marx no es otra cosa que una usura pues la contratación del factor trabajo siempre sucede en condiciones desventajosas para los trabajadores.
En independencia de cualquier teoría económica, es un hecho que los trabajadores, incluyendo a los trabajadores intelectuales, “venden” su trabajo en condiciones de debilidad frente a las corporaciones y por razones obvias; lo he vivido en carne propia. Tan cierto es esto que por ello se han legislado abundantes leyes laborales para intentar proteger a los asalariados. En ese punto le asigno la razón a Marx sin que por ello esté admitiendo que se dé la usura o la apropiación indebida; a este respecto simplemente no deseo emitir opinión para evitar las polémicas.
En donde si puedo opinar con cierto conocimiento de causa es que Marx se equivoca de plano cuando afirma que es el trabajo lo que genera valor. Debemos entender desapasionadamente que era muy temprano en el desarrollo de la teoría económica para acuñar semejante afirmación, es por ello que lo disculpo. Hoy en día se sabe gracias a teóricos como Miller y Modigliani entre otros, que lo que genera valor no son ni las buenas intenciones ni el duro esfuerzo de nosotros los trabajadores, sino que el valor es creado o destruido en virtud de la estructura de capital.
Una empresa puede estar generando ganancias contables gracias al trabajo tesonero de sus empleados, acumular incluso algo de capital y sin embargo puede estar destruyendo valor! Esto es lo novedoso de la teoría económica del momento. La condición indispensable para generar –VALOR- es que el rendimiento sobre los activos operativos (ROIC) sea superior al costo promedio ponderado del capital (WACC) y eso sólo se logra con una adecuada estructura del capital.
Por tanto, el veredicto sobre “Das Kapital” es: el concepto de plusvalor es una variable económica que se observa en la actualidad, no ha perdido su vigencia, pero decir que es el trabajo por sí solo lo que realmente produce valor está desactualizado. El plusvalor no es valor, tan sencillo como eso; en el mejor de los casos, es una ganancia contable pero no llega al concepto de valor que le han dado los teóricos modernos. Por ejemplo, los trabajadores de General Motors se encuentran muy preocupados y estoy seguro están dispuestos a trabajar horas y horas extras sin costo para salvar su empresa, pero ese no es el problema; el drama es que GM es una empresa que, a pesar de ofrecer 0,50$ en ganancias por acción para el próximo trimestre, se encuentra destruyendo valor, independientemente del trabajo aportado por sus trabajadores!
Gran paradoja para los Marxistas
Este tema siempre ha resultado muy espinoso pues se despiertan muchas pasiones. Los defensores de Marx frecuentemente se rehúsan a aceptar la más mínima corrección a su obra monumental “Das Kapital” por ello se les identifica como Marxista, pues toman el tema como si fuese religión.
Comenzando con las polémicas, existe una primera en relación a su concepto de plusvalor. Algunos argumentan que esta idea ya se encuentra en la obra de David Ricardo y algo de cierto hay en ello, pero los Marxistas aseguran que fue Marx quien descubrió el mecanismo por el cual los trabajadores crean “valor”. Ricardo, por su parte, fue un economista británico anterior a Marx cuya obra se circunscriben al siglo XVIII principios del XIX; creo que por eso les resulta un tanto insultante la aseveración de que el concepto pertenece a Ricardo, pues es demasiado antiguo y se le considera obsoleto.
El plusvalor no es otra cosa que el mecanismo por el cual se acumula capital: empleando la terminología Marxista diremos que dado que el valor de cambio siempre es superior al valor de uso, surge entonces un valor en exceso (plusvalor) el cual es apropiado por los dueños de los medios de producción a través de las ganancias retenidas, las cuales vienen a aumentar el capital. Marx afirma que esa ganancia en exceso le pertenece a los trabajadores y por ello lo que ocurre es una confiscación de valor. Lo anterior y según Marx no es otra cosa que una usura pues la contratación del factor trabajo siempre sucede en condiciones desventajosas para los trabajadores.
En independencia de cualquier teoría económica, es un hecho que los trabajadores, incluyendo a los trabajadores intelectuales, “venden” su trabajo en condiciones de debilidad frente a las corporaciones y por razones obvias; lo he vivido en carne propia. Tan cierto es esto que por ello se han legislado abundantes leyes laborales para intentar proteger a los asalariados. En ese punto le asigno la razón a Marx sin que por ello esté admitiendo que se dé la usura o la apropiación indebida; a este respecto simplemente no deseo emitir opinión para evitar las polémicas.
En donde si puedo opinar con cierto conocimiento de causa es que Marx se equivoca de plano cuando afirma que es el trabajo lo que genera valor. Debemos entender desapasionadamente que era muy temprano en el desarrollo de la teoría económica para acuñar semejante afirmación, es por ello que lo disculpo. Hoy en día se sabe gracias a teóricos como Miller y Modigliani entre otros, que lo que genera valor no son ni las buenas intenciones ni el duro esfuerzo de nosotros los trabajadores, sino que el valor es creado o destruido en virtud de la estructura de capital.
Una empresa puede estar generando ganancias contables gracias al trabajo tesonero de sus empleados, acumular incluso algo de capital y sin embargo puede estar destruyendo valor! Esto es lo novedoso de la teoría económica del momento. La condición indispensable para generar –VALOR- es que el rendimiento sobre los activos operativos (ROIC) sea superior al costo promedio ponderado del capital (WACC) y eso sólo se logra con una adecuada estructura del capital.
Por tanto, el veredicto sobre “Das Kapital” es: el concepto de plusvalor es una variable económica que se observa en la actualidad, no ha perdido su vigencia, pero decir que es el trabajo por sí solo lo que realmente produce valor está desactualizado. El plusvalor no es valor, tan sencillo como eso; en el mejor de los casos, es una ganancia contable pero no llega al concepto de valor que le han dado los teóricos modernos. Por ejemplo, los trabajadores de General Motors se encuentran muy preocupados y estoy seguro están dispuestos a trabajar horas y horas extras sin costo para salvar su empresa, pero ese no es el problema; el drama es que GM es una empresa que, a pesar de ofrecer 0,50$ en ganancias por acción para el próximo trimestre, se encuentra destruyendo valor, independientemente del trabajo aportado por sus trabajadores!
Gran paradoja para los Marxistas
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